Una de ellas tocaría guitarra, la otra las tumbadoras, otra el piano,-"...si no tienen bajista no tienen banda..." -les dije. Y es verdad.Lo que sucede es que sólo cuando uno ha tocado con buenos y no tan buenos bajistas entiende lo que el bajo significa para cualquier grupo.
Una amiga me decía una vez "mi novio toca una guitarra que no suena".
Si por supuesto que era un bajo y de una canción que grabamos con el novio de mi amiga, hoy 30 años después si la quiero tararear lo que me sale es el magnífico fraseo del bajo que creó Raúl con "la guitarra que no sonaba".
El bajista dificilmente sea la estrella de un grupo. Por eso hay 50 flacos que tocan la viola por cada uno que toca el bajo. Por eso también casi todos los bajistas terminaron agarrando el bajo porque en el grupo sobraban violeros, como Paul McCartney.
Yalo López es un músico que ha empezado en su más tierna juventud a recorrer el dificil camino del arte y que no se conformó con tocar cada vez mejor fruto de la experiencia que se adquiere bajando de un escenario y subiendo a otro, tocando siempre al más alto nivel. Yalo siempre curioso, inquieto, pertenece a la primera generación de chicos argentinos que estudió música desde el rock y el blues. Cuando en los lugares en que se enseñaba música cualquiera de los dos géneros eran "mala palabra", él y los de su generación hicieron posible el aprendizaje musical y del Rock y el Blues a los miles de chicos que no se conforman con sacar temas con cuatro acordes.
Como bajista Yalo es extraordinario. No es de esos bajistas que se deliran y se olvidan que el edificio se construye sobre la base de su instrumento, le encanta meter dedos como al que más, pero siempre respetando esa cadencia rítmica poderosa y segura. Recuerdo una oportunidad en que zapando entre amigos todos nos mirábamos y nos hacíamos gestos y señas acerca de cómo Yalo se enganchó y los empujaba a todos con su bajo hasta convertir una simple base en una bomba atómica.